Tener unos principios puede convertirse en una fuente de respeto hacia uno mismo o todo lo contrario ya que los principios pueden ser positivos o negativos. Si tenemos unos principios negativos nuestro respeto hacia nosotros mismos no se verá reforzado, bien al contrario se verá perjudicado .

Debemos tener confianza en nosotros mismos y admiración por lo que somos y hacemos, sobre todo basado en la realidad y no en la fantasía que nos creamos. Muchas veces basamos nuestra autoestima en lo que hemos aprendido cuando éramos niños, lo que nos dijeron, lo que sentimos, lo que nos frustró, y eso nos hace daño muchos años después, pero realmente todo está en nuestra mente, es fantasía, porque seguramente hoy en día todos esos principios que dimos por buenos ya no tienen sentido. Debemos basar nuestros principios y la confianza en nuestros logros y metas actuales, en quienes somos y en que nos hemos convertido y no sustentados en el pasado.

Debemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido. Estar orgulloso es el paso posterior de la autoestima. Tener una alta autoestima es pensar “¡puedo hacerlo!”, estar orgulloso de uno mismo es decirse “¡lo hice!”, y es bueno y natural sentirse orgulloso. Es el premio por nuestros logros.

Estar orgulloso de uno mismo, y de lo que hacemos, basado en principios, valores y criterios es bueno y difícil al mismo tiempo. Es más sencillo tener valores y no cumplirlos a todas horas, y a veces es más cómodo dejarse guiar por la corriente dejando nuestro criterio a un lado.

Es necesario mucho valor y coraje para vivir permanentemente bajo nuestros principios, criterios y valores. Tener unos valores y principios claros, es una tarea necesaria y no siempre sencilla de llevar a cabo. En su libro (o audiolibro en mi caso) “Mentalidad positiva” del Dr. Camilo Cruz, manda una tarea que no es sencilla de hacer, pero que una vez hecha es muy útil y poderosa.

Haz una lista con tus valores, con los valores que más resuenen en tu interior. Puedes buscar en google una lista de valores y coger grupos de 5 en 5 y escoger uno de ellos que te represente. De algunos grupos puedes escoger 2 y de otros ninguno, pero no te preocupes si al final has escogido muchos ya que tendrás que hacer una tría. Una vez hecha la lista, puede que tengas de 10 a 20 apuntados. Ahora viene una tarea un poco más complicada: De la lista resultante tienes que escoger solamente cinco. No es que los demás ya los debas olvidar, si no que sencillamente tienes que escoger los 5 que más te identifiquen, los 5 que más signifiquen para ti, los 5 que quieras que sean los pilares de tu existencia, los 5 que defenderías a capa y espada, los 5 que gobiernen tu vida.

Una vez tengas esos 5 localizados y apuntados, debes ordenarlos por prioridad. Cual es más prioritario que otro. Por ejemplo, si 2 de tus valores son la familia y el trabajo, no es lo mismo que la familia tenga prioridad 1 y el trabajo tenga prioridad 2, ya que en caso de conflicto, por ejemplo haber quedado con tu hijo para ir a ver un partido de fútbol y en el mismo horario tu jefe te pide que le hagas un favor, tener primero situado a la familia, dará prioridad a ir con tu hijo a ver el fútbol, pero si tu prioridad principal es el trabajo, darás prioridad a hacerle el favor a tu jefe. Supongo que ha quedado clara la importancia de asignarle prioridades a tus valores. Tampoco es un ejercicio sencillo.

La tercera parte, una vez ordenados tus valores por prioridad, es ponerles una definición, en tiempo presente, de lo que significan esos valores para ti.

Para poner un ejemplo propio, mis valores y definiciones son:

  • Salud: Actualmente gozo de una buena salud y pienso seguir cuidándola para siempre. Haré y hago todo lo posible por cuidarla
  • Familia: La familia y pasar tiempo con ellos es muy importante para mi y el motor de los proyectos que hago y cualquier duda que tengo tiene que pasar la criba de la familia.
  • Pasión: La pasión es otro motor en mi vida. Todo lo que hago lo hago con pasión y así seguirá siendo.
  • Libertad: Es la libertad lo que me mueve hoy en día para conseguirla lo antes posible. La aprecio y me doy cuenta que no la he disfrutado demasiado en mi vida.
  • Espiritualidad: La espiritualidad que descubro cada día es de las mejores cosas que hago para mi crecimiento personal. Hacer yoga y meditación me llevan a un autoconocimiento y a valorar el presente en toda su magnitud.

Tener presentes mis valores y leerlos cada día me hacen consciente de lo complicado y a la vez satisfactorio que es tenerlos en mi vida y dejarme regir por ellos.

Después de esta lista con definición en tiempo presente, tengo otra lista a continuación de otros valores que mueven mi vida y que a veces los cambio de lugar cuando creo que comienzan a gobernar mi vida: Autoestima, ética, respeto, amistad, gratitud, alegría, optimismo, creatividad, perdón, empatía, voluntad, honestidad, sensibilidad, humildad, prudencia, responsabilidad.

Espero haber orientado en el respeto hacia ti mismo y animarte a que crees tus valores y les des nombre y definición, cambiarán o mejorarán tu vida.

Hasta la próxima.